5. La zarza ardiente. Descubrir el encuentro.
-Presencia de Dios:
Dios
busca comunicarse incesantemente conmigo.
-Petición:
La
gracia de estar atento a su palabra.
-Canto: Bendecid al Señor – 7 Kyrie eleison (2’45).
-Composición de lugar:
Imaginarme
colocado frente a Dios a la espera de algo grande.
En
1 Re 19, 9-15 Elías aprende a descubrir al Señor en el suave rumor de la brisa
desdeñando los huracanes, el fuego y los terremotos.
También
nosotros nos disponemos a la escucha y aprender a reconocer a un Dios que no es
hermético, lejano, ni está ausente.
Dios
es amor, escribió san Juan, y el amor es comunicación, diálogo, palabra cercana
y entrañable, escrita, leída, meditada y orada en los evangelios y la Biblia.
Tarea
es aprender el lenguaje de Dios en la escuela de la Biblia.
Orar
es ponerse a la escucha, como María de Betania, sentada sosegadamente a los
pies de Jesús, con el gozo de saberse poseedora de una bienaventuranza.
-Texto: Lc 10, 38-42
Yendo ellos de camino, entró Jesús en una
aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en una casa. Esta tenía una hermana
llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
María, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que,
acercándose, dijo:
-Señor, ¿no te importa
que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano.
Respondiendo, le dijo
el Señor:
-Marta, Marta, andas
inquieta y preocupada con muchas cosas, solo una es necesaria. María, pues, ha
escogido la parte mejor y no le será quitada.
-Canto:
Bendecid al Señor – 20 Nada te turbe
(5’10)
-Meditación:
Leo
detenidamente el texto.
¿Con
qué personaje me identifico más?
¿Con
Marta, que hace y hace sin detenerse a escucharla palabra de Jesús o con María
que sólo tiene oídos para Él?
¿Cómo
escucho generalmente a mis hermanos¿
¿Qué
situaciones o momentos son favorables para la escucha de Dios?
(identificarlos).
¿Qué
cosas me impiden escuchar a Dios?
-Coloquio:
Con Dios, me quedo un tiempo en silencio
escuchando su voz.
-Canto: Bendecid al Señor – 13 De Noche (5’09) y momentos de
paz 7.
- Padrenuestro.
-Plática:
Nuestro
Dios no es un Dios lejano ni silencioso, es diálogo. Pero hay que aprender el
lenguaje de Dios, hay que caminar con la atención vigilante de quien sabe que
Él habla en la Biblia, la misa y los sacramentos, en las redes sociales, en el
hermano, en el secreto de nuestro corazón. He aquí algunos modos: desde que te
levantes presta atención a los pequeños momentos; dedica un rato a escuchar
amistosamente tu cuerpo, se consciente de tus sensaciones, sin razonar ni
hablarles; el domingo vive la misa escuchando las lecturas, las peticiones, las
oraciones y quédate con una frase de todas ellas, que te acompañe durante la
semana; lee el evangelio cada día, pregúntate que dice, que te dice y qué le
dices. Antes de tomar una decisión relaciónala con alguna escena de los
evangelios y pregúntate como actuó Jesús.
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